El Ayuntamiento de Valencia admite fallos en el reciclaje por falta de dinero

En el paseo de Russafa, una de las calles con mayor actividad comercial de Valencia, no hay un solo contenedor de reciclaje. Tampoco en las calles peatonales que la rodean, por lo que la importante cantidad de cartón y de plástico que generan cada día los establecimientos de la zona acaba mezclada con la basura orgánica. El Ayuntamiento ha respondido a las quejas de algunos vecinos reconociendo que existe un vacío en el sistema de reciclaje que atribuye a la falta de presupuesto.

Tanto los trabajadores encargados de la recogida de estos residuos como fuentes de la concejalía de Medio Ambiente indican que los contenedores de reciclaje instalados en su día fueron retirados a instancia de los comerciantes, que los consideraban perjudiciales para su actividad. En la decisión habría influido también el deseo municipal de "respetar la particular arquitectura" de la zona. Los fardos de cartón quedan ahora amontonados a las puertas de las tiendas hasta que son retirados por una camioneta descubierta.

Fuentes de la concejalía de medio ambiente aseguran que el Consistorio tiene la voluntad de efectuar una recogida selectiva de los residuos de esta zona del barrio de Sant Francesc, similar a la que ya funciona en Pla del Remei, pero que de momento resulta inviable por la ausencia de fondos.