Lo que no puede ser no puede ser

Cuando me preguntan por qué la izquierda no puede ganar se me ocurren un millón de razones posibles. Pero hay una que me viene en seguida a la mente: no tiene respuestas a los problemas de hoy. Por ejemplo, los cambios demográficos. En los próximos años crecerá mucho más la población de los países emergentes que la europea y, por supuesto, que la española. Eso quiere decir que nuestras empresas tendrán que soportar una competencia cada vez mayor de los países en vías de desarrollo; también que muchas empresas emigrarán a los países en que la mano de obra sea más abundante y más barata; y que cada día será mayor la inmigración proveniente de los países en donde la población es más joven y las oportunidades más escasas. Las recetas de la izquierda no parecen las más adecuadas para responder a estos desafíos. Si aumenta la presión fiscal, perderemos competitividad. Si nos empeñamos en enseñar los dientes a las multinacionales como ha hecho Maragall, éstas pueden huir en estampida. Si siguen con lo de "papeles para todos", las consecuencias son claras: más desempleo para los españoles, más economía sumergida y más presión sobre los servicios sociales. Todo un éxito.

P.S: Anda Berenguer preocupado por el voto del Presidente Camps. Su confianza en las posibilidades de su partido es tan grande que piensa que la única cuestión a dilucidar el 14-M es saber si Zaplana va a tener más votos que Camps. Estoy convencido de que sí, entre otras cosas porque cuenta con el voto y, sobre todo, con el buen hacer del President de la Generalitat. Más misterio tiene saber lo que va a votar Bono.

J. M. García-Margallo es eurodiputado del PP.