La ONU revela que Teherán ocultó informes sobre su programa nuclear

Una vez más, Irán ha vuelto a omitir datos importantes sobre su programa nuclear. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) encontró en la base militar de Doshen Tappen, en las afueras de Teherán, componentes que sirven para el enriquecimiento de uranio en centrifugadoras, según informaciones filtradas antes a través del diario USA Today.

Según admiten fuentes del OIEA, lo grave es que estos equipamientos, que podrían ser aptos para elaborar armas nucleares, no fueron declarados en el informe entregado por las autoridades iraníes a la agencia atómica de la ONU.

Para Washington, este descubrimiento viene a confirmar las sospechas acerca de las intenciones de Irán de fabricar la bomba atómica. "Desde hace tiempo pensamos que Irán está desarrollando un programa de elaboración de armas nucleares bajo encubrimiento pacífico", dijo ayer el portavoz de la Casa Blanca en Washington, Scott McClellan, y añadió que EE UU está "gravemente preocupado por estas informaciones".

Por su parte, las autoridades de Teherán sostienen que su programa nuclear ha tenido únicamente propósitos pacíficos y han desmentido que las centrifugadoras descubiertas se encontraran en una base militar.

El pasado martes, el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Kamel Jarazi, reconoció que se habían realizado investigaciones con la segunda generación de centrifugadoras, aunque con fines exclusivamente científicos, y dichas instalaciones "nunca se pusieron en marcha".

El director general del OIEA, Mohamed el Baradei, considera que habrá que volver a exigir a Irán el cumplimiento de todos los acuerdos en materia de no proliferación de armas nucleares, "pero sin romper" el diálogo, según dijo ayer la ministra española de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, tras reunirse con El Baradei en Viena. Palacio recordó que "desde el principio, en el proceso de negociaciones con Irán siempre hubo flecos".