El Málaga exprime la ley del mínimo esfuerzo

El equipo del que fuera técnico malaguista Joaquín Peiró, rey del empate, dominó un partido en el que el Málaga refrendó la tesis del mínimo esfuerzo que manejan sus aficionados. En toda la primera parte, el Málaga sólo fue capaz de generar una ocasión de peligro, por cuatro del Murcia. Y lo hizo a balón parado. Lo habitual.

Esta vez fue el Pocho Insúa quien transformó la falta directa y adelantó a su equipo. Una ventaja que en siete minutos fue insuficiente, ya que Karanka batió a Calatayud con un formidable derechazo. Del empate, que se antojaba definitivo, hasta el gol de Canabal con el que el Málaga atrapó los tres puntos, lo de siempre: imprecisión en la defensa, mitigada en algo en la segunda mitad; falta de ambición en el ataque y mucho sudar tras el rival.

Pero la fortuna parece estar aliada con este Málaga, que transformó dos de las tres ocasiones de gol que generó, y estar a disgusto con el Murcia de Peiró, que dominó el partido y creó hasta diez ocasiones.