Zaplana defendió una agencia tributaria descentralizada en su modelo autonómico

El portavoz del Gobierno, Eduardo Zaplana, apostó en su etapa como presidente de la Generalitat valenciana por una reforma de la Agencia Tributaria para que dejase de ser "un ente público únicamente dependiente de la Administración del Estado". En El acierto de España (Temas de Hoy, 2001) defendió la conversión de la Agencia Tributaria en un "organismo conjunto dependiente de la Administración General del Estado y de los Gobiernos de las 15 comunidades de régimen común, cuya estructura y funcionamiento se regulasen con participación de las 16 administraciones implicadas". Sin embargo, Zaplana reconoció que, aunque según su criterio no era la mejor opción, otra de las fórmulas posibles en la reforma del modelo de financiación autonómica era "la descentralización completa de la gestión tributaria, que llevaría consigo la creación de una Agencia Tributaria en cada comunidad, dependiendo de los Gobiernos autónomos su estructura y la designación de sus cargos directivos, con el consiguiente traspaso de medios materiales y personales de la Administración tributaria del Estado a las comunidades".

"De este modo", escribió, "se integraría la gestión de todos los tributos autonómicos, tanto los propios como los cedidos total o parcialmente, con lo que la actuación administrativa autonómica ganaría en uniformidad y simplicidad". Zaplana se mostró renuente a esta fórmula para evitar que el usuario tuviese que ir de una Administración a otra para pagar sus impuestos.

Zaplana aseguró: "Tampoco parece razonable que impuestos cuya recaudación corresponde a un ente de gobierno deban ser gestionados e inspeccionados por otro. Como ya he señalado, las potestades de gestión e inspección son también consustanciales al poder fiscal y, por tanto, a la autonomía financiera de las comunidades". Zaplana presentó su modelo de financiación en Madrid, arropado por Mariano Rajoy, Rodrigo Rato y José Bono, en febrero de 2001. Entre 1999 y 2000, Zaplana había expuesto su modelo a los principales dirigentes políticos, incluidos Josep Antoni Duran Lleida (CiU) y Pasqual Maragall (PSC), que calificaron las bases de positivas. Al final, el modelo Zaplana se centró en la cesión de impuestos especiales, parte del IVA y más porcentaje del IRPF.