La productividad en EE UU creció un 1,9% en el primer trimestre

La productividad en Estados Unidos, sin contar el sector agrícola, aumentó un 1,9% en el primer trimestre del año respecto a igual periodo del anterior, según los datos revisados publicados ayer por el Departamento de Trabajo. Las anteriores cifras situaban el incremento en un 1,6%.

"Ver un crecimiento sano de la productividad es alentador", indicó Mark Vitner, analista de Wachovia Securities, a la agencia Reuters. En el último trimestre del año pasado, la mejora de la productividad fue del 0,7%.

Los costes salariales, un buen indicador de la inflación, se incrementaron un 1,5% en el primer trimestre, cuatro décimas menos que en la primera estimación del Departamento de Trabajo, frente al aumento del 3,2% del cuarto trimestre de 2002.

Además, la producción creció un 1,8%, cuatro décimas más que en la revisión precedente y después de aumentar un 1,7% en los últimos tres meses del año pasado. Por último, las horas trabajadas disminuyeron un 0,1% tras progresar un 0,9% en el último trimestre del año.

El presidente de la Reserva Federal (banco central estadounidense), Alan Greenspan, indicó durante una intervención el martes pasado que la productividad se ha resistido a mejorar debido a la debilidad de la mayor economía del mundo. Pero Greenspan añadió que confía en que la inversión empresarial aumente en el segundo trimestre, a la vez que baja el número de horas trabajadas, con lo que se verá un "significativo aumento" de la productividad. Esta mejora debería, en principio, animar los resultados de las compañías a final de año.

Por otra parte, la actividad del sector servicios aumentó cuatro puntos en mayo respecto a abril, hasta el 54,5%, según los cálculos de la Agrupación Nacional de Directores de Compra de Empresas del Sector. Se trata del nivel más alto de este índice, que subió en mayo pasado por segundo mes consecutivo, desde enero de 2003. Un nivel superior al 50% del índice señala un incremento de la actividad del sector servicios, que representa cuatro quintas partes de la economía estadounidense.