Artistas que marchan al margen de la industria

Debido a la crisis de las compañías discográficas, muchos artistas consagrados han optado por experimentar con vías al margen de la industria. En unos casos forzados y en otros por voluntad propia, gestionan ellos mismos su carrera y muchos se valen de Internet para vender sus trabajos y comunicarse con sus fans.

En el panorma internacional, Prince ha creado una página web (www.npgmusicclub.com) en la que vende sus grabaciones y todo tipo de parafernalia. Los estadounidenses Wilco, por su parte, colgaron en su página web su disco Yankee Hotel Foxtrot, que había sido rechazado por Warner, y lo ofrecieron al mejor postor. Recibieron muchas ofertas y al final se quedó con el disco Nonesuch, compañía distribuida por medio mundo precisamente por Warner. Los futuristas ingleses Sigue Sigue Sputnik, que gozaron de cierta popularidad en la década de los ochenta, han reaparecido con una página web (www.sputnikworld.com) en la que venden sus nuevas grabaciones.

Kiko Veneno y la Red

En España, el caso más notorio es el de Kiko Veneno, uno de los pioneros de la fusión del pop con el flamenco. El músico, descontento con el trato que recibía, acabó rompiendo la relación con su discográfica, la multinacional BMG. Tras la ruptura, Kiko Veneno se ha autoeditado un nuevo disco, Gira mundial, y lo vende sólo a través de su página de Internet (www.kikoveneno.com).

Se trata de un disco grabado con Pepe Begines, del grupo No Me Pises Que Llevo Chanclas. Se grabó con un presupuesto de unos 12.000 euros. Y se vende, sólo por Internet, a un precio de seis euros. Si sus cálculos no fallan, con vender 1.800 copias el disco estará rentabilizado. Y ya han vendido casi la mitad en menos de cuatro meses.

Otros artistas españoles que han tomado iniciativas parecidas son Manolo Tena (www.manolotena.com) y Camilo Sesto, que -en este caso sin la ayuda de Internet- ha optado por la autogestión en su reaparición al ritmo de Mola mazo.