Las cinco mujeres que denunciaron a un forense ratifican que quiso abusar de ellas

Las cinco mujeres que denunciaron por supuestos abusos sexuales a un médico forense de los juzgados granadinos se ratificaron ayer en sus acusaciones durante el juicio que se sigue contra él. Las mujeres relataron una a una cómo Aurelio Hernández Triviño, que debía practicarles exploraciones médicas para certificar su estado de salud tras haber sufrido accidentes de tráfico, les palpaba "a manos llenas los pechos", les acariciaba con los dedos los pezones y, en tres casos, introdujo su mano, sin ponerse guantes, bajo la ropa interior para acariciar y "frotar" el sexo. "Aquello no era la forma de tocar de un médico", dijo una de ellas, "sino la forma de tocar de un hombre". Otra narró cómo, tras hacer que se despojara de toda la ropa de la parte superior de su cuerpo, y de obligarla a bajarse la falda y las medias, hizo que se sentara en sus rodillas para seguir acariciándola mientras le preguntaba si le gustaba lo que le hacía. Todas dijeron que se habían sentido agredidas en su intimidad, que el trato no fue el habitual en un médico y que sufrieron psicológicamente por los abusos.

El fiscal pide para el médico forense una pena de ocho años de prisión y una indemnización de 60.000 euros por cuatro delitos de abusos sexuales. Una de las denunciantes no está incluida en la petición de fiscal ya que presentó la demanda más tarde, cuando supo por la prensa que otras mujeres habían sufrido los mismos abusos que ella no se había atrevido a denunciar hasta entonces.

Durante la sesión de ayer del juicio también salieron a relucir las fuertes presiones que trató de ejercer sobre ellas un psicólogo judicial amigo del forense que las tuvo que entrevistar para un peritaje solicitado antes de la vista.