Los secretos de una base norteamericana

En Maranhao, en el noreste de Brasil, y sobre la línea del Ecuador se halla la base de Alcántara. Las instalaciones estaban semiabandonadas y sin uso militar. Hasta que los estadounidenses se percataron. Ambos países llegaron a un acuerdo y la base se alquiló para el lanzamiento de cohetes al espacio.

El Congreso brasileño aprobó el tratado que contiene dos cláusulas que ponen los pelos de punta al partido de Lula: Brasil no podrá inspeccionar determinadas áreas de la base ni los contenedores que transportan equipamiento procedentes de EE UU. Asimismo, hay severas restricciones en el uso de los recursos que se obtienen del pago del arrendamiento de la base. Por ejemplo, no pueden utilizarse para investigaciones en el área militar. El PT se opuso en su día en la comisión de Exteriores a estas imposiciones y proponía su eliminación. 'Son inaceptables', dice José Graziano, miembro del comité de campaña de Lula.

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En las filas del candidato oficialista, José Serra, la opinión es otra. 'Alcántara tiene una posición privilegiada, desde la cual los lanzamientos al espacio son más baratos. Sin entregar nuestra soberanía, queremos el mejor acuerdo posible'.

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