Violencia de género

En la última semana seis mujeres han sido víctimas de violencia de género. No doméstica, porque no son nada domésticas las muertes violentas y muchas veces no ocurren en el ámbito del hogar. Son de género porque las mujeres mueren por eso por serlo, como los demócratas mueren por serlo, por expresar libremente sus opiniones. Pero las seis mujeres víctimas de esta semana son sólo la puntas de iceberg de una enorme cantidad de mujeres que, desde luego, no viven en una democracia. Que viven en el más profundo terror, algunas sin saber siquiera que tienen derechos, otras reclamándolos y muriendo por ello, la mayoría sin atreverse a denunciar una situación terrible y desoladora. Es la situación de ciudadanas que ni siquiera tienen derecho a la vida. Torturadas durante años física y psíquicamente hasta morir o ser reducidas a piltrafas.

Esta sociedad no puede seguir llamándose demócrata y seguir tolerando esta situación. Las mujeres somos la mitad de la población del mundo, incluso algo más, pero somos las que menos decisiones tomamos, las que soportamos en enorme mayoría la pobreza, la condición de refugiadas, la violencia contra los civiles durante las guerras y la desigualdad real y la violencia en las sociedades más civilizadas.

El Gobierno popular ha tomado recientemente importantes medidas contra el terrorismo, y una gran mayoría de los ciudadanos nos alegramos de ello.

Es hora de que se emprendan nuevas iniciativas y se aporten más medios para luchar contra la violencia y la desigualdad contra las mujeres. El PSOE ha presentado una iniciativa de ley integral contra la violencia de género, ya va siendo hora de que sea debatida y desde luego aprobada con las aportaciones y el consenso de todos los grupos políticos.