Tres nuevas operaciones militares causan la muerte de seis palestinos, un policía y cinco activistas

El Ejército israelí ejecutó ayer nuevas operaciones de castigo contra organizaciones radicales palestinas, en las que murieron seis palestinos -un policía, cuatro activistas del movimiento Al Fatah y un militante de Hamás- en tres operaciones militares.

La primera de ellas se produjo de madrugada, cuando un convoy de tanques y vehículos blindados penetró por la parte norte de la franja de Gaza, atravesando la localidad de Beit Lehia y llegando hasta las inmediaciones del campo de refugiados de Yabalia, uno de los campamentos con mayor militancia islamista. Entonces, abrieron fuego con ametralladoras de gran calibre en lo que aparentemente fue una operación de amedrentamiento. Un agente de las fuerzas de seguridad falleció y un civil resultó críticamente herido de un disparo en la cabeza.

Unidades encubiertas de la Policía de Fronteras se infiltraron posteriormente en un barrio de la ciudad de Tulkarem, asaltando un inmueble en el que se encontraba un dirigente local de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, Ziad Daas, que fue asesinado al intentar escapar por el tejado. Tres activistas del movimiento Al Fatah murieron y tres más resultaron heridos de diversa consideración al ser alcanzados durante el tiroteo posterior.

Otro dirigente de las Brigadas Ezedín al Qasem, brazo armado del movimiento islamista Hamás, Husan Hamdan, fue objeto de una operación de asesinato selectivo. Hamdan fue alcanzado por los disparos de un francotirador militar cuando se encontraba en su casa de la localidad de Jan Yunis, situada en el sur de la franja de Gaza.

El portavoz del Ejército comunicó la detención de un militante del Tanzim, las juventudes paramilitares de Al Fatah, en la ciudad de Belén, cuya vivienda fue demolida después de su detención.