Micomicón lleva el humor negro de su obra 'Atra bilis' a San Sebastián

Cuatro ancianas llenas de rencor y amargura se reúnen en el velatorio del esposo de Nazaria Alba Montenegro en una noche de tormenta. El ambiente es propicio para la conversación y surgen los recuerdos, los desamores, los secretos y los odios ocultos, que abren la tapa de los truenos. Este es el argumento de Atra bilis, obra de Laila Ripoll que Micomicón lleva al escenario del Teatro Principal de San Sebastián desde ayer y hasta mañana (20.00).

Atra bilis, que ya se ha representado en Getxo y en Eibar, se puede traducir por 'cólera negra' o 'mala leche', explicó ayer en San Sebastián Manuel Agredano, productor del espectáculo. Ira como la de las cuatro viudas que repasan sus vidas junto a un cadáver y sacan a relucir hechos oscuros del pasado. Desde asesinatos a infidelidades, hay de todo en esta historia situada entre 'el sainete costumbrista, el realismo mágico y la novela de terror'.

El montaje, lleno de humor negro, recuerda el mundo de La casa de Bernarda Alba, según el actor Mariano Llorente, porque las protagonistas viven también en 'un submundo claustrofóbico', que se convierte en denuncia. Tras el argumento se esconde, dijo el actor, una reflexión sobre 'el mundo patético' que les ha tocado vivir a algunas mujeres con 'educación y vivencias escasas'.

Actores

Sin embargo, esta obra que muestra una evidente preocupación por la mujer, no está interpretada por actrices. José Luis Patiño hace de Aurori; Yiyo Alonso, de Daría; Mariano Llorente, de Nazaria y Juan Alberto López, de Ulpiana. 'La elección es muy coherente con nuestra línea', dijo Llorente. 'Nos gusta mucho que los actores interpreten a mujeres y viceversa porque ofrecen un prisma distinto'. La compañía buscaba además para Atra bilis un tono casi grotesco, esperpéntico, muy cercano al mundo de Valle-Inclán, que no podría lograr con actrices de 60 años. 'Sólo por las voces, o el tamaño de nuestras manos, conseguimos esa textura', señaló horas antes de la primera representación.