LA PRIMERA CENTRAL ATÓMICA SERÁ UN MUSEO

El reactor de la primera central atómica del mundo ha sido parado definitivamente después de 48 años de funcionamiento. Ahora, de acuerdo con una orden dada por el ministro de Energía Nuclear, Alexandr Rumiántsev, la histórica central será convertida en museo. Construida a mediados del siglo pasado en Óbninsk, ciudad ubicada a poco más de 100 kilómetros al sur de Moscú, la planta comenzó a dar electricidad en 1954. En plena guerra fría, este reactor nuclear, que sirvió a necesidades tanto militares como civiles, fue presentado por la URSS como un gran triunfo del socialismo sobre el capitalismo y se convirtió en símbolo del éxito de la ciencia soviético. Aunque en principio estaba previsto que trabajara durante 50 años, razones económicas y de seguridad impulsaron a las autoridades rusas a tomar la decisión de dejar de explotar la central de Óbninsk. El cierre de la planta y su conversión en museo costarán poco más de un millón de euros, lo mismo que se gastaba anualmente en su explotación. La clausura de la central de Óbninsk ha sido aplaudida por los ecologistas, que temían que a pocos kilómetros de Moscú pudiera haber una avería de consecuencias imprevisibles para millones de personas, ya que el reactor era del mismo tipo que el que causó en 1986 la tragedia de Chernóbil.