Plan saudí para Palestina

Condenaron la ocupación de Jerusalén oriental, Gaza y Cisjordania por parte de Israel después de 1967, pero pese a todas sus palabras, advertencias y lágrimas de cocodrilo, llama la atención lo poco que han hecho los Gobiernos de los países árabes para poner fin a la ocupación y promover una paz en Oriente Próximo. Pero ahora, con el ciclo de violencia en su punto álgido, el príncipe Abdulá, gobernante de hecho de Arabia Saudí, ha insinuado una fórmula, bella en su simplicidad, que podría servir para romper el círculo: que todos los Gobiernos árabes reconozcan a Israel y mantengan relaciones con él y que los israelíes se retiren a las fronteras anteriores a 1967. (...) El plan, a pesar de todo su buen sentido, tiene pocas posibilidades de salir adelante, al menos de momento. Haría falta mucha persuasión para que siquiera lo tengan en cuenta los más halcones de los Gobiernos árabes: Siria, para empezar, e Irak, para continuar. Y Ariel Sharon no lo consideraría ni en sueños. Lo último que desea el primer ministro israelí es que le tienten a desprenderse de territorios, en Jerusalén y Cisjordania, que él y quienes comparten sus convicciones creen sinceramente que son propiedad de Israel a perpetuidad. (...) Sería maravillosamente útil que en este delicado momento los Gobiernos árabes dijeran a Israel que las antiguas y deplorables ambiciones árabes de acabar con el Estado judío se han terminado para siempre. (...) Pero primero sería preciso convencer a los árabes. Por tanto, deseemos lo mejor al príncipe saudí y a su modesta propuesta.

Londres, 21 de febrero