Un experto vincula el fracaso de un tercio de los universitarios a la masificación en las aulas

Entre un 25 y un 30% de los universitarios españoles no acaba sus estudios, según explicó ayer Eduardo Coba, vicesecretario del Consejo de Coordinación Universitaria, en la presentación en Elche del Segundo Plan Nacional de Calidad. En ese sentido, Coba se remitió al primer plan de calidad, realizado entre 1996 y 2000, y recomendó la reducción del número de alumnos por aula. El nuevo plan de calidad, regulado por la Ley de Ordenación Universitaria, exige la evaluación de todas las titulaciones no revisadas hasta ahora, siempre que los centros lo soliciten.

El fracaso universitario alcanza prácticamente a un tercio de los estudiantes españoles, a causa, en gran medida, de las carreras de Ingeniería. Coba, además, reduce a un porcentaje mínimo el número de alumnos que finaliza sus estudios de acuerdo a la programación prevista. 'Los primeros perjudicados, claro está, son los estudiantes, por la inversión económica y la pérdida de tiempo que para muchos supone su etapa universitaria', razona el vicesecretario del Consejo Universitario. Por otro lado, la masificación se configura como la pescadilla que se muerde la cola, pues las aulas españolas mantienen un gran número de estudiantes que no progresan y ello provoca a su vez una merma en la calidad de la enseñanza.

Otro de los remedios propuestos por Coba son los cursos de especialización a profesores, para que traten de forma personalizada a los alumnos procedentes de ciclos formativos diferentes. 'No están igual de preparados los alumnos provenientes de Formación Profesional que los que han cursado el Bachillerato', añade.

El vicesecreatario del Consejo Universitario no encuentra diferencias entre los estudiantes españoles y los europeos en el porcentaje de fracaso.

La presentación del Segundo Plan Nacional de Calidad en la Universidad, celebrada ayer en la Universidad Miguel Hernández de Elche, reunió a representantes de todos los centros valencianos de educación superior. El plan será aplicado durante los próximos cinco años y evaluará las titulaciones y los departamentos de las universidades que lo soliciten. También propondrá soluciones a los problemas detectados.