¿Dónde están los mossos?

'Estamos con las luces apagadas, desorientados y sin nada para comer. Pueden ayudarnos?'. Los teléfonos móviles funcionaron ayer como nunca entre los centenares de automovilistas que anoche estaban atrapados en la autopista A-2, en el Baix Penedès.

'¿Considera normal que pague un peaje y nadie me informe de que unos kilómetros más adelante me encontraré con la autopista cortada? Así de indignado se mostraba a última hora de la tarde Juan, un automovilista de Lleida que quería regresar a casa. 'Este mediodía decían que la A-2 estaba abierta, ni los Mossos ni nadie me ha ha informado de lo contrario. Ahora estamos atrapados en medio de ninguna parte', repetía el irado conductor, tras cuatro horas de espera. El Gobierno Catalán atribuyó el colapso a que varios camioneros desoyeron la orden de parar y acabaron con sus vehículos atravesados. Decenas de conductores tuvieron que ser alojados en varias poblaciones.

Otro punto negro fue la entrada a Cataluña por La Jonquera. Decenas de camiones ocupaban los carriles de la autopista en Le Bolou. Testimonios presenciales aseguran que 'había hasta 34 kilómetros de caravana. Era apocalíptico'.

Los testimonios de ciudadanos indignados se repetían con llamadas a esta redacción. Josefina Olmedo y su marido salieron de Barcelona a las 16,45 del viernes. Ayer, a mediodía, todavía estaban atrapados en el Bruc, en la N-II. Pasaron la noche en el hotel de carretera, como otros centenares de personas, sin luz y sin agua. Se hartaron de llamar a los mossos y a los servicios de urgencia. No obtuvieron respuesta: ni policía, ni máquinas quitanieve. Por allí tan sólo aparecieron agentes de la Guardia Civil.