Detenidos un guardia civil y tres aduaneros por un alijo de 3.000 kilos de hachís

El azote que están recibiendo los narcotraficantes gallegos en los últimos meses alcanzó ayer a sus contactos en los cuerpos de seguridad del Estado. Tres agentes del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) y un guardia civil figuran entre los 12 detenidos por su implicación en un alijo de tres toneladas de hachís incautado frente a la costa de Pontevedra.

La Agencia Tributaria había abierto hace un año una investigación interna al sospechar de algunos funcionarios del SVA en Galicia. El seguimiento dio su fruto ayer. Funcionarios del propio cuerpo de aduanas abordaban de madrugada, a unas 27 millas de la isla de Ons, en la ría de Pontevedra, a un yate de bandera británica, el Chad Band, de unos 20 metros de eslora y con cuatro tripulantes a bordo, dos gallegos y otros dos marineros ucranios. En la embarcación se descubrió unos cien fardos que, según los primeros cálculos, suman tres toneladas de hachís.

Al mismo tiempo, fueron detenidas en tierra 12 personas acusadas de participar en la organización del transporte. Entre ellas se encuentran Antonio Núñez, responsable de la base del SVA en A Coruña, y otros dos agentes de ese cuerpo, Pedro Varela, que trabaja en uno de los helicópteros de vigilancia, y José Manuel I. C, así como el guardia civil Carlos C. M.