'Makinavaja' en Ericsson

Michael Treschow llegó a la presidencia de Electrolux en mayo de 1997, y en junio ya había decidido cómo cortar de raíz los problemas del monstruo sueco de los electrodomésticos de consumo. Treschow despedió a 12.000 de los 100.000 trabajadores de la compañía y cerró 25 de las fábricas la empresa, cuyas ventas no paraban de caer. Treschow acaba de ser nombrado presidente del fabricante sueco de telecomunicaciones Ericsson, y la mayor parte de los analistas ha acogido muy bien esta noticia porque parece la persona idónea para gestionar empresas en momentos de crisis. De hecho, el día en que Treschow fue nombrado, las maltrechas acciones de Ericsson subieron un 11%. El cuchillo de Mack the Knife o Makinavaja, como se le conoce en el sector, es una buena noticia para los inversores.

Michael Treschow, de 58 años, comenzó a trabajar como ingeniero en Atlas Copco, una de las compañías que controla la todopoderosa familia Wallenberg. Ésta es una de las dinastías más importantes del capitalismo sueco y, de hecho, Treschow está casado con una de sus descendientes. Makinavaja estuvo 22 años en Atlas, y llegó a ser presidente de esta compañía de equipos de construcción, donde logró salvar duras crisis como la de principios de los noventa, con un solo trimestre en pérdidas en todo el periodo de su mandato.

Esta experiencia y sus conexiones con la familia Wallenberg, que también participa en el accionariado de Electrolux, fueron los puntos fundamentales que le valieron su nombramiento como presidente de esta compañía casi centenaria, la que inventó la aspiradora y la propietaria de marcas como AEG, Zanussi o Kelvinator. En Electrolux pasó cinco años marcados por una constante reestructuración, tanto en cantidad -el número de despidos se amplió a 40.000- como en calidad -Treschow diseñó un plan para vender neveras con acceso a Internet-. 'En una compañía como ésta, la reestructuración no acaba nunca', explicaba en una entrevista con EL PAÍS en 1999. 'El mundo cambia tan rápidamente que tenemos que cambiar con él'.

Los accionistas de Ericsson -entre los que, por cierto, también están los Wallenberg- esperan que, ahora, Treschow introduzca esta filosofía de la reestructuración continua en otra compañía centenaria, y que ha estado dirigida durante 12 años por Lars Ramqvist. Treschow, de todos modos, se encontrará con parte del trabajo hecho, porque Ericsson ya ha anunciado el despido de 22.000 personas.