El Gobierno extremeño aprueba el impuesto para los bancos

El Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura aprobó ayer el proyecto de ley del Impuesto sobre los Depósitos de las Entidades de Crédito que se aplicará a los bancos y cajas que operan en la comunidad autónoma. El proyecto se remitirá ahora a la Asamblea de Extremadura. El Gobierno extremeño pretende que el impuesto entre en vigor a principios de 2002, según explicó en rueda de prensa el consejero de Economía, Manuel Amigo.

El nuevo impuesto, con el que la Junta espera recaudar 6.000 millones de pesetas al año, abrió un intenso debate cuando fue anunciado el pasado marzo. Entonces recibió las críticas del Gobierno central, que no descarta recurrirlo, y el apoyo del secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero.

El texto inicial ha sufrido algunas modificaciones, entre ellas la tarifa progresiva, que va del 0,3% al 0,5% de la base imponible en lugar de al 0,6% como en un principio se pensó. Los datos determinantes de la base imponible los aportará el Banco de España. El texto define al impuesto como directo, cuyo objetivo es gravar la obtención de fondos 'reembosables' por las entidades crediticias en oficinas y sucursales en Extremadura.

Otro de los aspectos modificados es el referido a las deducciones aplicadas a los bancos. Se establecen tres tipos, de 150.000 euros (25 millones de pesetas) cuando la 'casa central esté en Extremadura'; 5.000 euros por cada sucursal, que serán 7.500 euros cuando esté en poblaciones inferiores a 2.000 habitantes. A estas deducciones se suma la cuantía de las obras y servicios que por ser de interés general pacten los bancos y cajas foráneas. La Asamblea marcará las líneas para invertir lo recaudado.