La esencia de Deià

Xavier Moret (Deià, a la sombra de Robert Graves, EL PAÍS, 13 de agosto), como muchos observadores literarios, sugiere que este pueblo está empeñado en una batalla por borrar el legado del célebre poeta inglés y por destruir la esencia del villorrio, que sólo habría adquirido personalidad gracias al propio Graves. Un paraíso que está dejando de serlo por traicionar su estructura social hippy.

La conservación de Deià con sus esencias intactas habría hecho de este lugar un sitio muerto, metido en una hornacina, un bello escenario teatral convertido en residencia de lujo exclusiva para gente adinerada. ¿Hay turistas? Qué le vamos a hacer. Vienen a ver el paraíso, no a violarlo. Mientras, Deià sigue evolucionando, con sus cosas y su gente. El verdadero mérito de los santuarios es no saber que lo son.

Como dice el alcalde: 'Deià es un paraíso 11 meses al año y un infierno en agosto'. Lo contrario de Madrid, por ejemplo, cuyo alcalde lo ha convertido en un infierno de 11 meses y un purgatorio el restante. En cuanto a que está perdido, es falso por completo. Deià se encuentra con exactitud en el punto kilométrico... Bueno, no lo recuerdo, pero en fin, los que vivimos en él lo sabemos bien.