Civilizar o militarizar

Con motivo de celebrarse la Semana de las Fuerzas Armadas, el Ejército ha invadido, literalmente, el parque del Retiro de Madrid, rodeando la Rosaleda y junto a la Feria del Libro que se celebra esos mismos días.

No niego el derecho del Ejército a celebrar una semana, y menos que trate de relacionarse más con la población civil. Pero soy de los que piensan que este acercamiento debe ir más por la senda de la civilización del estamento militar y no por la pretensión de militarizar a la sociedad civil, como parece que responde las actividades de maniobras bélicas que se propone a niños de corta edad en el recinto citado.

Si criticable resulta el hecho de tratar de inculcar a los pequeños ese espíritu guerrero (dónde quedan las campañas contra los juguetes violentos), también lo es el hecho de elegir un parque urbano, el más importante y a su vez delicado de Madrid, para esta exhibición tan desproporcionada. Es inadmisible que el Ayuntamiento de Madrid autorice la instalación de enormes tiendas de campaña, carros de combate, vehículos pesados, helicópteros, aviones de simulación, etcétera, en un espacio verde, especialmente protegido, cuando, además, en la mayoría de los casos, estos elementos están colocados en el interior de zonas de arbolado y arena, es decir, sin asfaltado.

Actividades como la que se critica provocan un efecto contrario al que seguramente se persigue.