Problemas en Macedonia

La última subida de la temperatura política en los Balcanes aumenta los riesgos de conflagración en la región y deja a la OTAN frente a decisiones espinosas. Esta vez, la ex república yugoslava de Macedonia sufre el riesgo de ser consumida por la contienda étnica. Este pequeño país fue aliado de Occidente durante la campaña de bombardeos de la OTAN en Kosovo en 1999. Los países miembros de la OTAN tienen la obligación moral de no ignorar su crisis actual.

Macedonia está siendo desestabilizada por milicias albanesas que pretenden crear una Gran Albania. Más de un tercio de la población macedonia es albanesa y se encuentra concentrada en las regiones fronterizas. Las consecuencias potenciales son dramáticas. (...) Los Estados eslavos, incluidas Yugoslavia, Bulgaria y Grecia, tendrían que defender a su aliado Macedonia por la fuerza. El temor es que esto puede destruir los logros de la OTAN en la pacificación de la región. (...) Preservar la estabilidad en Macedonia es también una cuestión de interés fundamental para la OTAN. Su ruta de abastecimiento a Kosovo viene de Grecia a través de Macedonia. Cualquier amenaza a esta ruta haría que toda la operación de la OTAN fuera insostenible.

Un gesto apropiado por parte de Occidente sería una muestra de apoyo al Gobierno de Macedonia; otro, recordar firmemente a los líderes albaneses que manejen su influencia entre sus parientes de Macedonia para explicarles que el propósito de la OTAN es la estabilidad de los Balcanes, no la independencia para los albaneses.

Londres, 16 de marzo