Umbral muestra su desilusión hacia el exilio intelectual en su último libro

Tan crítico como siempre. Francisco Umbral (Madrid, 1936) aprovechó ayer la presentación de su nuevo libro, Madrid tribu urbana, del socialismo a don Froilán (Planeta), un recorrido por la memoria más reciente de nuestro país, para dar un repaso al exilio intelectual. Su primer contacto con los republicanos en el exilio se realizó en la Casa de España de Nueva York. Allí conoció al hijo de Negrín, más preocupado por recuperar un piso en la calle de Serrano que por hablar de su padre. No fue el único que lo desencantó."Los jóvenes teníamos mitificado el exilio pero luego fuimos comprobando que los buenos, como Juan Ramón Jiménez o Alberti, ya se sabía quiénes eran. No hacía falta que volvieran para descubrirlos. El balance final fue de no descubrir nada nuevo", aseguró el autor de Mortal y rosa. Max Aub, Ramón J. Sender y Francisco Ayala, entre otros, fueron algunos de los escritores que de algún modo desilusionaron al joven Umbral.

Madrid tribu urbana es descrito por su autor como una memoria personal en la que mezcla el ensayo, la narración, el diario íntimo y el diario público. El libro, dividido en cuatro partes, se inicia con Adolfo Suárez, el hombre que susurraba a los caudillos y se cierra con Aznar o el capitalismo de niki. Madrid como tribu urbana de origen moro es uno de los temas más repetidos de la vida literaria de este escritor partidario de los autores que fijan un territorio, como Cervantes con La Mancha o Delibes con Castilla. "Creo más en el escritor que echa raíces, ese es el que puede dar testimonio de una realidad sentida. No creo en el autor cosmopolita porque da una literatura turística".

Desde las putas a los ministros, Umbral describe Madrid como un compuesto de tribus urbanas que la enriquecen. La escritora Rosa Regás, que presentó la obra, calificó el libro como un caleidoscopio en el que se repasa el presente y el pasado de una ciudad "real, cierta y literaria". Regás citó las palabras del propio Umbral para despejar dudas sobre el contenido: "Escribo lo que no escribo en el periódico por autocensura, hay cosas que sólo se pueden decir literariamente".

Como ya es tradicional, la presentación de una obra del autor de La forja de un ladrón se convirtió en un acto plagado de caras famosas como Fernando de Lanzas, Fernando R. Lafuente, Eduardo Haro Tecglen, Vicente Verdú, Raúl del Pozo, José Hierro y Miguel Oriol, entre otros.