Trias califica la parada de hecho "desgraciado e inapropiado"

El portavoz del grupo de Convergència i Unió (CiU) en el Congreso, Xavier Trias, aseguró ayer que el desfile del Día de las Fuerzas Armadas en Barcelona supone un hecho "desgraciado e inapropiado". Trias, que en la noche del jueves participó en una cena con militantes y simpatizantes de su partido en Vilanova del Camí (Anoia), precisó: "Quien diseñó este desfile desconoce la sensibilidad de nuestro país porque Cataluña apuesta por una nueva cultura y un nuevo planteamiento del Ejército, entendiendo a éste como una fuerza de paz que defienda los derechos y las libertades".Un visiblemente enojado presidente de la Generalitat declinó en Girona hacer declaraciones sobre el desfile y avisó indirectamente al Gobierno central y al Partido Popular que también se abstengan, informa Gerard Bagué. "Desde el primer día he actuado con mucha prudencia y no he utilizado los argumentos que hubiera podido usar. Que nadie haga declaraciones que nos obliguen a contestar", afirmó Jordi Pujol. Por su parte, el fiscal jefe de Cataluña, José María Mena, se mostró comprensivo con las opiniones contrarias a este acto, aunque pidió a quienes se oponen que expresen sus protestas de manera "festiva y pacífica".

Protesta estudiantil

Un millar de estudiantes convocados por la Coordinadora contra la Ocupación Militar se manifestaron ayer por la mañana en las inmediaciones del cuartel del Bruc, en Barcelona, contra la parada militar de hoy. Encabezados por una pancarta en la que se podía leer: "Las y los estudiantes decimos no al desfile", los jóvenes partieron del palacio de Pedralbes y se dirigieron hasta las instalaciones castrenses.

Una treintena de miembros del Cuerpo Nacional de Policía se interpusieron inicialmente en el camino de los manifestantes para que no llegaran al cuartel, pero después de unos momentos de tensión e incertidumbre, consiguieron llegar hasta la entrada principal del cuartel. Los jóvenes también rociaron con pintura roja un monumento a las víctimas de la guerra civil -antiguo monumento a los Caídos.

Por la mañana, en Lleida, unos 50 jóvenes finalizaron un encierro de 24 horas en la catedral de esta ciudad y descolgaron las pancartas que habían colocado en contra del acto militar de Barcelona y contra el Ejército. Posteriormente, se dirigieron al antiguo Gobierno Militar de Lleida, donde precintaron simbólicamente la verja de entrada.

En Barcelona, el presidente del Patronato de la Sagrada Familia prohibió la colocación de una pancarta en el templo.