Bajo vigilancia de la Unesco

La Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) elaborará cada dos años un informe sobre el estado del agua dulce en el mundo. El nuevo director general de la organización, el japonés Koichiro Matsuura, se comprometió ayer a ello en la clausura del Foro Mundial. Matsuura señaló que la iniciativa pretende reducir las deficiencias de información y ayudar a las naciones a hacer un mejor uso del agua, el recurso vital más preciado. El informe servirá a los países en vías de desarrollo para mejorar el control de sus recursos, en particular la calidad del agua, sus usos, el impacto en la salud y la gestión de las cuencas. El dirigente de la Unesco se felicitó por la localización en Delft (Holanda) del Instituto para la Educación del Agua, encargado de los informes. Su sede será el Instituto Internacional de Ingeniería de Infraestructuras Hidráulicas y Medio Ambientales de Holanda (IHE). Según la Unesco, este organismo es uno de los más cualificados del mundo en el conocimiento y tratamiento del agua. El IHE no modificará su misión, pero funcionará como una organización autónoma tutelada por la Unesco.

Por otra parte, el papel de la mujer, principal víctima de la escasez de agua, se ha consagrado en el Foro como pieza fundamental en las iniciativas para cubrir las necesidades. También se ha dado relevancia al protagonismo de los agentes locales y a la necesidad de que la gestión del agua se haga con transparencia y con la participación de los afectados en la toma de decisiones. Además, se invita a la iniciativa privada a participar en la gestión y distribución del agua, siempre que esté regulada públicamente. El Foro ha hecho propuestas para problemas muy variados: desde la gestión compartida para los ríos asiáticos y africanos al uso sostenible de acuíferos en zonas desérticas, o la creación de redes de información.