Hechos

En la pasada legislatura, la doble actividad de Celia Villalobos como alcaldesa y diputada fue objeto de muchas críticas por parte de la oposición. José Luis Centella, diputado de IU, llegó a mostrar un ránking de actividad parlamentaria según el cual Villalobos era una de las diputadas menos activas. ¿Esa es la lucha de Villalobos por Málaga en Madrid? Preguntó Centella. Ella contestó que las preguntas y proposiciones parlamentarias no eran la mejor fórmula para traerse cosas a Málaga. Que las charlas de tú a tú eran mucho más efectivas.Ayer, Villalobos demostró con hechos qué era lo que quería decir entonces. Se trajo al secretario de Estado de Cultura, Miguel Ángel Cortés, y presentó un hermoso proyecto para el Museo de Bellas Artes, que tanto ha dado que hablar en los últimos años en la ciudad. Cortés explicó ayer cómo lo había conseguido. Nada de burocracia: "Celia ha sido mi vecina de escaño, y así he podido saber de sus desvelos por la cultura y de su interés por este museo", dijo Cortés. Y ahí está.

Al final, el museo se ubicará en el Convento de la Trinidad. Las obras comienzan en septiembre. La plataforma ciudadana que lleva dos años dando la matraca para que el museo se instale en la actual sede de la Subdelegación del Gobierno, el Palacio de la Aduana, ha perdido la batalla. De nada ha servido que al final el vicepresidente del PP de Málaga, Joaquín Ramírez, y su portavoz en la Diputación, Diego Maldonado, se hayan adherido al movimiento. Su fracaso quedó patente porque fueron los únicos dirigentes populares que no acudieron a la presentación. "Con Celia no hay quien pueda", apostilló Cortés en el acto. Y no fue el único capote que echó a la alcaldesa. También dijo que el arquitecto Diego Pérez Medina, autor del proyecto, será "el único responsable de la obra". Por si las grietas.