Liberalismo y marginalidad

En carta al director del 5 de febrero de 2000, mi amigo liberal Carlos Rodríguez Braun dice que en mi artículo de EL PAÍS de 28 de enero de 2000 no me atengo a la verdad porque él no se ha quejado "del escaso acceso" que tiene a este periódico, sino tan sólo de la escasa frecuencia con la que accede a sus páginas, sobre todo comparada con "la presencia cotidiana de antiliberales" en EL PAÍS. Es verdad que su queja es más bien sobre el escaso acceso "relativo" (dos artículos suyos al año y dos mensuales de Vargas Llosa a él le parecen poco), pero exageraba un poco en su artículo en EL PAÍS de 31 de diciembre de 1997 al considerar esa presencia como "marginal", y al aclarar lo que para él sería la no marginalidad: "¡Ya nos gustaría a los liberales ser la voz descollante en el Grupo PRISA! No lo somos, claro está".Sin embargo, Carlos va más allá y asegura en ese mismo artículo que "esta marginalidad del liberalismo se reproduce en todos los medios de comunicación", lo que podría hacer sonreír a más de uno de los que se acuerden cómo continuaba aquel artículo suyo, en donde, tras acusar, con razón, a los socialistas de esquizofrenia "entre lo que dicen y hacen", él mismo afirmaba que éstos "lo que hacen es aceptar el liberalismo, pero matizándolo con 1a solidaridad, la dimensión social y los diferentes y hermosos nombres que acuñan los socialistas". Lo cual es completamente verdad, pero termina por darme la razón a mí, que interpreto, como él, a los socialistas como una variante del liberalismo.-