Interior controla los últimos cambios del PP a la Ley de Extranjería

El Ministerio del Interior tomó ayer el control final de las enmiendas a la Ley de Extranjería que el PP presentó anoche en el Senado, donde tiene mayoría absoluta. Los criterios restrictivos del ministro Jaime Mayor, reacio a determinadas facilidades que el texto original concede a los inmigrantes sin papeles para que puedan regularizar su situación en España, hicieron imposible un acuerdo con CiU. Los populares confían aún en obtener el apoyo de los nacionalistas catalanes mediante enmiendas transaccionales.

El PP agotó el plazo que tenía para enmendar en la Cámara alta una ley que había consensuado con todos los restantes grupos, y lo hizo con secretismo -informará hoy en rueda de prensa del contenido de sus iniciativas- y asumiendo la pauta de las modificaciones sugeridas por Interior. Pese a que el ministerio se ha desentendido inicialmente de un proyecto que consideraba abocado al fracaso, el subsecretario del departamento, Leopoldo Calvo-Sotelo, se trasladó ayer al Senado para supervisar personalmente la batería de enmiendas que el Grupo Popular iba a registrar horas después, en el límite del plazo legal, que concluía a las doce de la noche. En la reunión participaron también altos cargos de Exteriores, Trabajo y Economía. El PP no llegó a obtener el respaldo que esperaba de CiU pese a las intensas negociaciones que en los últimos días habían mantenido ambas fuerzas, con la participación incluso del vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos. De ahí que haya optado por actuar en solitario. El presidente de la Generalitat de Cataluña y líder de CiU, Jordi Pujol, confirmó en Nueva Delhi, donde se halla de visita oficial, que el acuerdo con el PP había sido imposible, y dio a entender que si los cambios fueran de gran calado sería preferible no aprobar el texto en la presente legislatura.