El Gobierno celebra la medida

Si para alguna de las naciones más importantes de Europa, como Francia y Alemania, la decisión del BCE representa una mala noticia, para países como España, cuya economía tiene cada vez más signos de recalentamiento, puede ser un alivio.Así lo expresó ayer el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, para quien la economía española se va a encontrar ahora con una política monetaria "más acorde a sus necesidades".

La decisión del BCE de subir los tipos de interés acaba con un período de cuatro años de tipos de interés a la baja en España. La economía española crece a un ritmo del 3,7%, pero su inflación, el 2,5%, más que duplica la registrada como media en la zona euro.

La rebaja fiscal, el aumento del empleo y los bajos tipos de interés que han regido hasta ahora mantienen el crecimiento del consumo por encima del 5%. Rato aseguró, sin embargo, que el encarecimiento de los créditos para familias y empresas "va a ser muy moderado".

El secretario de Economía del PSOE, Juan Manuel Eguiagaray, dijo que la subida "no es una catástrofe, ni es negativa", aunque pidió al Gobierno que clarifique algunas cuestiones. Eguiagaray subrayó que el Gobierno debe ahora "clarificar" qué repercusión tendrá en algunas cuestiones económicas como el gasto público y la deuda del Estado.

Izquierda Unida ve las cosas más complicadas. Su portavoz de Economía, Mariano Santiso, declaró que la subida de los tipos de interés es una "pésima noticia para los ciudadanos que tienen hipotecas y para nuestra economía".