La Liga de fútbol no modifica los hábitos de consumo de TV el sábado, según un estudio

Bares, restaurantes, salas de cine, teatros y demás ofertas de ocio llevan tiempo quejándose de la emisión de los partidos de fútbol que retransmiten los sábados las cadenas autonómicas, y La 2 en aquellas comunidades que no disponen de televisión propia. Para los portavoces de estas agrupaciones, los encuentros de fútbol suponen pérdidas millonarias para sus intereses. El Gabinete de Estudios de Comunicación Audiovisual (GECA), a petición de la Federación de Organismos de Radio y Televisión Autonómicos (FORTA), hizo público ayer un informe que trata de demostrar que estos partidos de la Liga española no modifican los hábitos de consumo televisivo en la noche de los sábados más que "ocasionalmente", cuando se ofrecen encuentros de máxima expectación (dos o tres partidos al año: los que disputan Real Madrid contra Barcelona y, a veces, los que sean decisivos para otorgar el título de campeón en la última jornada).

Según el estudio del GECA, el poder de convocatoria de los partidos de fútbol se encuentra supeditado a la existencia de una amplia oferta de ocio distinta a la televisiva, "a la meteorología, a los periodos vacacionales y a otros factores estacionales". Se da, además, la paradoja de que el horario de máxima audiencia de los sábados es el de menor consumo de la semana (sólo un 33,8% de los epañoles está viendo la televisión los sábados entre las 21.00 y las 22.50, frente al 40,5% que ve televisión los lunes, martes y miércoles, lo que supone una pérdida de espectadores de más de 2,6 millones), a pesar de que el fin de semana es el de mayor consumo televisivo.

Dicha investigación sostiene que el fútbol se comporta como un programa de televisión más, de manera que sólo algunas emisiones de gran éxito -ya sean series, películas, acontecimientos extraordinarios u otros espacios de gran interés- son capaces de modificar los hábitos.

La conclusión, según todos los factores expuestos, "es que no se pueden establecer relaciones de causa-efecto entre alta expectación y alto consumo televisivo".