El punto rojo

Para los efectos de rodaje de Stuart Little, el ratón protagonista es un punto rojo cuya presencia apenas advirtió Geena Davis, madre de la cosa. Era un láser que perseguía a la actriz. "Todo estaba creado muy virtualmente, así que he descubierto un nuevo talento imprescindible para este tipo de películas. Tener mucha imaginación y exteriorizarla en todos los movimientos". Y describe al director Rob Minkoff pidiéndola expresar una emoción ante nada: "Tuve una experiencia muy parecida con Bitelchus, de Tim Burton. Me decía "agáchate cuando te haga un gesto porque se supone que tu cabeza corre peligro y puedes salir muy malherida". Intentaba concentrarme, pero eran inevitables las carcajadas, como con Stuart Little". La familiaridad con el punto rojo que emulaba al ratón llorando, brincando, demostrando su personalidad fue tanta que Davis se encariñó con el vacío. Ayer, la actriz bromeó con su anecdotario personal con el punto rojo que le ha quitado las ganas de tener un hámster en casa. "Tengo un perro muy cariñoso y un burrito, pero fuera de la casa. Tienen más vida, por supuesto, que un punto rojo".