Parejas de treintañeros

Parejas, parejas y más parejas. Algunas ya casados, otras con planes de hacerlo y también muchas con niños de corta edad constituían el grueso de los solicitantes que ayer acudieron al salón de las Drassanes. No fueron pocos los que estaban acompañados de sus padres. Lourdes, con una pequeña de nueve meses en el cochecito, paseaba al fondo de la sala. Vive en la Verneda y explicaba que se enteró de la promoción de vivienda pública por su madre, que vive cerca de donde se levantarán las viviendas. Ella no trabaja, pero tiene planes de hacerlo. Su marido se dedica a la venta de equipos de aire acondicionado. Ahora viven de alquiler. "Al enterarme, hicimos todos los trámites para saber si podíamos entrar en el sorteo y también vimos los planos de las viviendas. Antes ya habíamos mirado pisos para comprar, pero no podíamos llegar a pagar los precios", explicaba. Las condiciones de pago de las viviendas eran, en su caso, una forma de poder afrontar el desembolso: al contrato de compraventa, un millón de pesetas; un 20% del precio aplazado y el resto al formalizar la escritura y la entrega de llaves, prevista para el 2001. La historia personal de Lourdes es frecuente entre los 11.500 solicitantes de las 300 viviendas sorteadas ayer, según los datos del Ayuntamiento de Barcelona. Según una portavoz, la mayoría de los interesados responden a un perfil de parejas jóvenes en las que trabajan los dos y perciben salarios entre medios y bajos. Aunque también son frecuentes los casos en los que sólo trabaja el hombre, pero con unos ingresos algo más elevados.