Casals y Bassa confían en que se reconocerá "el terrible error"

Joan Casals y Xavier Bassa, que llevan casi seis años imputados en el secuestro de Maria Àngels Feliu y que fueron acusados de asesinato hasta la liberación de la farmacéutica, confían en que los cargos que pesan sobre ellos serán finalmente sobreseídos y que no llegarán a sentarse en el banquillo de los acusados. El abogado Manel Mir, que defiende a Bassa, aseguró ayer que la Guardia Civil se ha pasado los últimos seis meses "rebuscando, sin querer reconocer el terrible error que se cometió desde el primer momento". Mir afirmó que el caso de su cliente da idea de cómo actúan a veces las fuerzas policiales. El letrado está convencido de que en el caso de que no se hubiesen efectuado las seis últimas detenciones, la Guardia Civil habría continuado "machacando e insistiendo" en que su cliente tenía alguna cosa que ver con el secuestro. Todos los letrados del caso accederán a los siete volúmenes del sumario en los próximos días y pedirán nuevas actuaciones en función de los nuevos datos que obtengan del caso. José Carlos González, defensor de Ullastre, está decidido a pedir careos entre su defendido y los demás detenidos para precisar el papel que cada uno tuvo en el secuestro. González no tuvo ayer reparos en calificar de "ridículo espantoso" la tozudez de la Guardia Civil en su empeño de no admitir el error cometido al detener a Casals y Bassa en relación con el secuestro. El abogado de Guirado, Sebastià Salellas, no descarta pedir de nuevo la libertad de su defendido una vez consultada la documentación judicial. Salellas considera que su cliente colaboró en la investigación al confesar su participación en los hechos.