Viaje por el pasado municipal

Hace casi 750 años, en junio de 1249, el rey Jaume I concedió los primeros priviliegios de autonomía municipal a Barcelona nombrando magistrados o paers (hombres de paz) a cuatro ciudadanos patricios de la ciudad. Un mes más tarde, les cedió dos priviliegios más: la potestad de nombrar a un número ilimitado de asesores y la de convocar, en caso de urgencia bélica o económica, una asamblea general de ciudadanos. Era el origen del Consell de Cent, que, como consejo asesor, se creó en 1265 y perduró hasta 1714, fecha del Decreto de Nueva Planta borbónico que disolvió el gobierno municipal. Éste es el contexto en el que bucea la exposición La Barcelona Gòtica. 750 anys de Govern Municipal, que se inauguró ayer con la presencia del alcalde Joan Clos. Hasta el 30 de noviembre, los espacios renovados del Saló del Tinell y de la antecámara del Palau Reial Major albergarán un total de 196 objetos, pinturas y documentos de los siglos XIII, XIV y XV. Durante la Baja Edad Media, Barcelona vivió tiempos de expansión que encontraron su medio de expresión en el arte y la arquitectura góticos. Fueron protagonistas tanto de obras religiosas como civiles y reales. En la exposición, junto a los pergaminos que contienen los privilegios de constitución del Consell de Cent y de ratificación del mismo por parte de Pere el Gran, se exhiben dos retablos de Jaume Huguet. Uno, encargado por un gremio, y el otro, por el rey Pedro de Portugal. El viaje por el pasado municipal se completa con la exhibición, por primera vez, de las pinturas murales encontradas recientemente en una torre nobiliaria de la calle de Basca, en el mismo barrio Gótico donde se encuentra el antiguo Palau Reial.