Experimentar el riesgo

En 1998 un total de 24 albañiles perdieron la vida mientras trabajaban en la obra, 229 sufrieron accidentes graves y 21.197 leves. Fue el sector peor parado de una trágica estadística, la de la siniestralidad laboral, que a base de muertes ha calado en la sociedad como un grave problema al que se exponen los trabajadores. Pese a la aprobación de una normativa de seguridad laboral -la Ley de Salud y Seguridad en el Trabajo, considerada como una de las más completas del mundo-, su escasa aplicación en las empresas, junto al desconocimiento tanto por los empresarios como por los trabajadores, ha provocado que no se haya traducido en un claro descenso de los accidentes. El 22% de los accidentes del año pasado ocurrieron en el sector de la construcción. Las caídas desde alturas o los derrumbes de edificios en construcción o rehabilitación, ponen en evidencia la falta de medidas de seguridad en las obras. Para estudiar las causas y tratar de prevenirlas -en esencia, para enseñar a todas las partes implicadas qué medidas se deben tomar en las obras- se ha creado en Silla (Valencia) el primer simulador de riesgos laborales en la construcción. Promovido por la Fundación Laboral de la Construcción -que agrupa a la patronal de la construcción y a los sindicatos mayoritarios- este simulador es en esencia una obra. "Tiene apariencia de edificio a medio terminar, pero es así como debe ser para poder experimentar los riesgos que se encuentran los albañiles", dijo ayer el presidente de la Fundación y de la patronal de la construcción de Alicante, Ramón Jérez. La diferencia entre esta obra y las normales es evidente. En la que ayer inauguró el consejero de Empleo, Diego Such, se cumplen todas las normativas de seguridad. "Aquí se podrán formar unos 100 trabajadores diariamente y unos 500 o 600 técnicos en seguridad a lo largo del año, con el objetivo de ir reduciendo el número de accidentes laborales", dijo Such. El consejero también explicó que el centro va dirigido de forma especial a las pequeñas y medianas empresas de la construcción, a quienes se suele subcontratar y donde se registra un alto número de accidentes, según denuncian los sindicatos. Este simulador -en el que se han invertido 10 millones de pesetas aportados por la Generalitat y que se ha construido en un solar cedido por el Ayuntamiento de Silla- se completará con un centro de formación, unas aulas que, de momento, serán prefabricadas. El futuro depara que una antigua fonda del siglo XVIII ubicada junto al simulador -cedida también por el consistorio, según explicó el alcalde, Francesc Baixauli- sea la sede de la Fundación en Valencia y también el centro de formación. Se está a la espera de fondos de la Generalitat para su rehabilitación, que Such prometió pero no cuantificó. Lo que sí anunció el consejero es que se está construyendo otro simulador en Vila-real y está previsto otro en Alicante. Con todo, lo importante al margen del simulador de riesgos, es que se apliquen las soluciones y se eviten los numerosos dramas familiares que provocan las muertes en el trabajo.