Los promotores de la cumbre sobre Kosovo se sienten optimistas

Serbios y albanokosovares siguen negociando en Rambouillet, bajo intensa presión, una salida a la sangrienta crisis de Kosovo. Pero el tiempo se acaba, porque el nuevo plazo se agota mañana. Robin Cook, ministro de Asuntos Exteriores británico y uno de los mentores de la conferencia, era ayer optimista. "Estamos muy cerca del acuerdo y espero que lo consigamos el martes", dijo. Pero en el palacio de las cercanías de París había más prevención. De hecho, la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, tuvo que emplearse a fondo para convencer a los dos enemigos. "La parte albanesa se está orientando hacia el sí", reconoció. Pero los serbios siguen sin aceptar la presencia de soldados extranjeros en su país. "Les he dejado muy claro que un trato a medias no es un trato", dijo, amenazadora, Albright.