"Hubo precipitación"

El vicerrector de Comunicación, Juli Peretó, reconoció ayer que "hubo una precipitación" en la convocatoria de prensa que realizó la Universidad de Valencia para dar a conocer el descubrimiento de Antonio Cervilla y Elisa Llopis. Entonces se justificó la iniciativa como una forma de evitar cualquier apropiación de la investigación que se efectuaba en laboratorios universitarios abiertos a terceras personas. Esto explicaría el inusual anuncio, anterior a su presentación a la comunidad científica en publicaciones especializadas. Pero 11 meses después, los científicos continúan sin publicar nada al respecto y siguen, según comentó Peretó, con los trámites para patentar el proceso químico. El vicerrector añadió que no se esperaba la enorme expectación que levantó la conferencia de prensa y sugirió que, quizá, los científicos se dejaron llevar por la excitación del momento, sobre todo cuando Cervilla alzó una botella de 250 centilitros de agua y comentó que se podría extraer hidrógeno suficiente para "ir en coche de Bilbao a Valencia (633 kilómetros)". Cervilla aseguró poco después que la Universidad decidió hacer público el tema.

Ambos científicos llevan 20 años investigando el molibdeno y gozan de prestigio académico, como ponen de relieve las diversas distinciones recibidas. La Universidad insiste en que el nuevo método de descomposición del agua es válido, destaca que se ha repetido en numerosas ocasiones y que la investigación continúa, pero el escrito que ayer se hizo público echa tierra sobre las grandes esperanzas originadas. El caso hace recordar el fiasco de la fusión fría.