El objetivo es el paro

"El hombre que terminó con la inflación va a terminar también con el paro", es uno de los lemas de la campaña electoral de Fernando Henrique Cardoso. El presidente brasileño, hoy en el alero por la crisis económica mundial, es el artífice del Plan Real, lanzado durante su gestión como ministro de Hacienda con Itamar Franco. El fin de la inflación, mal endémico en Brasil, la reducción del desempleo (entre un 8% y un 10%) y la incorporación de 30 millones de personas al mercado de trabajo son los principales éxitos que presentan los defensores del plan Cardoso. Modernizar un país de 160 millones de habitantes era el reto que se marcó el académico convertido en presidente. Para ello inició una agresiva política de privatizaciones y consiguió atraer miles de millones de dólares. La convulsión financiera pilló a Brasil con un elevado déficit fiscal y en cuenta corriente, una moneda sobrevaluada y una impresionante deuda a corto plazo.