La Ertzaintza refuerza la hipótesis de que el etarra Basajaun se suicidó

El etarra Josu Zabala, Basajaun, fue hallado muerto el 27 de marzo de 1997 de un tiro en el pecho dos días después de una cita frustrada con ETA en Bilbao, según ha declarado Ignacio Bilbao, Fermín, a la Ertzaintza. El viceconsejero vasco de Seguridad, José Manuel Martiarena, indicó que con estas manifestaciones toma "más cuerpo la hipótesis de que Basajaun -le atribuye una personalidad desequilibrada- se suicidó".En un comunicado en Egin, ETA indicó que había perdido la pista de Basajaun en Bilbao el 23 de marzo, fecha en la que la banda había concertado una cita con él a las 12.00: "Lo que hicieron en esas horas con (...) Basajaun sólo lo saben las fuerzas policiales y, entre ellas, Atutxa y sus cipayos, los que mayor empeño han puesto en ocultar los datos". La autopsia reveló que murió 12 o 13 horas antes de ser encontrado.

Las declaraciones de Fermín, arrestado en la operación contra el comando Vizcaya, revelan que ETA le había encomendado, junto a Zabala, rehacer la infraestructura de este grupo, que entonces lideraban Salvador Gaztelumendi y José Miguel Bustinza. Para ello, la banda había activado un enlace con el que ambos tenían previsto mantener un primer contacto. Esa cita estaba situada en Bilbao. Según Fermín, él entró en el lugar fijado y Basajaun se quedó en el exterior vigilando, pero no hubo contacto. Posteriormente, se produjo otra cita a la que el enlace tampoco acudió. Ese día, el 25 de marzo de 1997, fue Basajaun el que entró y Fermín se quedó fuera. Fermín dice que se percató de movimientos extraños y, pensando en un control policial, optó por marcharse. Cuando regresó, Basajaun había desaparecido.

El departamento vasco de Interior reconstruye los dos días posteriores así: "Basajaun, al no encontrar a su compañero, piensa que ha sido detenido y huye de Bilbao. Elige la zona de Deba porque la conoce bien y una vez allí, en un paraje boscoso, se suicida ".

HB responsabilizó al Estado de su "asesinato" y utilizó esta caso para insistir en la guerra sucia de los aparatos estatales. En sus carteles acusó al PP de "asesinos" y al PNV de "colaboradores".

La bala nunca fue encontrada, aunque sí el casquillo y la pistola. El informe criminalístico confirmó que el proyectil fue disparado "a cañón tocante" y que el cadáver presentaba "residuos de disparos" en las manos.