El Papa pide a ETA que deje las armas y condena sus dos últimos asesinatos

El Papa Juan Pablo II condenó ayer los dos últimos asesinatos cometidos en España por la banda terrorista ETA, a la que pidió que abandone su actividad terrorista. Juan Pablo II, que beatificó en el Vaticano a once religiosas españolas, diez de ellas muertas durante la Guerra Civil, aprovechó la ocasión para realizar un llamamiento a la banda terrorista para que renuncie a la violencia. En Melide (A Coruña), cientos de personas asistieron al funeral en memoria del subteniente retirado de la Guardia Civil asesinado por la banda.

Recordando la figura de diez religiosas mártires de la Guerra Civil, el Pontífice deseó que su ejemplo respalde "el firme objetivo de la sociedad española de vivir libre y en paz", y "modifique el corazón de los que siguen utilizando el terror y la violencia para imponer sus ideas".En Melide, al funeral por el subteniente Alfonso Parada Ulloa, la última víctima de ETA, asistieron el ministro de Sanidad, José Manuel Romay Beccaría, en representación del Gobierno; la corporación municipal en pleno y varios familiares de la víctima. Romay aseguró, antes de la ceremonia fúnebre, que "todos unidos ganaremos esta batalla contra el terrorismo", además de rechazar la violencia y defender la democracia, la libertad y la paz.

El titular de Sanidad manifestó que comparte las declaraciones realizadas el sábado por el presidente del Gobierno, José María Aznar, quien afirmó que todos los miembros de HB y de ETA acabarán en la cárcel. Los vecinos de Melide abarrotaron la Iglesia de San Pedro.

Ayer se celebraron manifestaciones silenciosas de repulsa en numerosas ciudades de toda España en las que participaron miles de ciudadanos. En la que se celebró en Burgos participó la esposa del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, que permaneció más de 500 días secuestrado por ETA.