Movilizaciones en México en contra de la impunidad

Fomentada por la impunidad, la industria del secuestro prosperó de tal manera en Morelos que albañiles, empleados de comercio o funcionarios de catastro entraron de lleno en el negocio, según constancia policial y denuncia del obispo Luis Reynoso Cervantes, obligado a la ex comunión del jefe antisecuestros del Estado, Armando Martínez Salgado, por su presunta asociación con las bandas de pistoleros que igual desorejan a un empresario que le asesinan después de cobrar rescate.

Miles de habitantes de la ciudad de Cuernavaca, distante una hora de la capital federal, exigieron a la renuncia del gobernador, Jorge Carrillo, cuya Administración creen carcomida.

Los cerca de 300 secuestros sin esclarecer y los cientos de rescates no recuperados fueron recordados en las filas de la airada concentración callejera.

"¡Arriba, abajo, Carrillo se va al carajo!". Tres jóvenes arrastraban una gruesa cadena, sobre cuyos eslabones, habían escrito: "corrupción, impunidad, crimen y miedo".

Los delitos de Morelos fueron debatidos en la permanente del Congreso federal, que prometió legar hasta el final, desencadenaron un escándalo considerable, y altos funcionarios, entre ellos el coordinador de la policía, han sido apartados de sus puestos o son investigados.

El obispo Reynoso Cervantes ya había denunciado hace dos años la asilvestrada situación del Estado, presente en las portadas de la prensa mexicana desde el pasado enero, mes en que Martínez Salgado y dos subordinados fueron sosprendidos con la manos en un cadáver.

Pretendían deshacerse de Jorge Nava, alias La Mole, en la cuneta de una carretera de Cuernavaca. El forense determinó que el delincuente, que presentaba una oreja cercenada, y las costillas y genitales molidos, fue reventado a golpes.

Los agentes atrapados argumentaron muerte súbita, sin previo aviso. "De repente se desmayó, quizá paro cardiaco". Averiguaciones posteriores paracen demostrar que fue un asesinado mafioso, un ajuste de cuentas entre Martínez y una de las bandas asociadas.

Olea atribuyó la movilización ciudadana a una artimaña opositora para asaltar el poder mediante la alteración de la tranquilidad social y la politización de unos hechos más propios del ámbito penal. Las organizaciones sindicales, estudiantiles, o empresariales, y la militancia de los opositores partidos Acción Nacional (PAN), conservador, y Partido de la Revolución Democrática (PRD), que la tarde del miércoles clamaron contra la sucesión de secuestros y la penetración del narcotráfico en las instituciones, centraron las responsabilidades en la figura del gobernador, quien pocas horas después de conocerse la detención del responsable de la unidad antisecuestros había calificado a su jefe inmediato, Jesús Miyazawa, como "el mejor policía que tiene el país".

A la espera de las pesquisas en curso, éste disfruta de una "licencia". "Esperemos que no sea cómo la de James Bond", comentó aviesamente uno de sus muchos detractores.