Se vislumbra cierta mejoría

Gol inesperado. El Barcelona salió con ganas y entusiasmo, pero se encontró con un Espanyol muy bien plantado. Insistió mucho con la presión intentando recuperar el balón con mucha rapidez. Hasta el inesperado gol, el partido estuvo equilibrado. Los dos equipos cometieron en esa fase del encuentro demasiados errores en la entrega.Sin fisuras. No perder la posesión fácilmente y mantener las líneas sin fisuras fue el objetivo del Espanyol para evitar que el Barcelona maniobrara con comodidad. Se preocupó de que Guardiola no participara y taponó muy bien las bandas. Le faltó desplegarse con más velocidad en ataque. El gol le dejó tocado: cedió espacio y pasó apuros hasta el descanso. Hesp evitó que Ouédec marcara la ocasión más clara.

Eficazmente. A Guardiola le costó entrar en juego. La falta de ritmo que aún acusa y la presión a la que fue sometido no le impidieron seleccionar eficazmente la solución idónea. Los mejores momentos de su equipo coincidieron cuando él apareció. Por otra parte, la entrada de Bogarde no ha mejorado de forma sustancial la ausencia de otros defensas.

Cuesta arriba. Una imprudencia le costó al Espanyol el segundo gol. Permitió una contra que le puso el partido muy cuesta arriba. Reaccionó ligeramente y consiguió reducir distancias, pero era el Barcelona el que tenía el control. Perdió concentración defensiva con el paso del tiempo, y la expulsión de Torres Mestre y el gol de Sergi acabaron con sus recursos.

Cierta mejoría. Empieza a vislumbrarse cierta mejoría en el juego del Barcelona. El balón se mueve con más rapidez, ya no se transporta tanto. Existe más orden y generalmente el poseedor encuentra siempre más de una solución.