Las mujeres eran renovadas cada 21 días para no cansar a la clientela

La organización desmantelada solía captar bajo engaños a jóvenes de bajo nivel cultural y social, a las que traían desde sus lugares de origen a España, Portugal u otros países de Europa oriental desde donde pasaban posteriormente a la Unión Europea, según fuentes de Interior.Nada más pasar los controles fronterizos españoles, un miembro de la red esperaba a las mujeres y les retiraba su documentación, el dinero y los billetes de avión de regreso a su país. Después, les trasladaba a alguno de los prostíbulos, donde permanecían coaccionadas. Una de ellas, una colombiana, logró escapar del lupanar de Alcalá de Henares donde trabajaba y denunció los hechos a la policía, lo que supuso el punto de partida de la redada.

Los organizadores conocían el secreto para lograr éxito en su negocio: que hubiera siempre caras nuevas en los clubes a fin de que los clientes habituales no se cansaran de ver siempre a las mismas chicas. Por eso, éstas sólo permanecían 21 días en cada club, y posteriormente eran llevadas a otros de forma rotativa. "Así no se hacían demasiado vistas y la clientela encontraba siempre novedades", dice un inspector.

En los cinco clubs de la red que han sido descubiertos las mujeres trabajaban a diario entre las cinco de la tarde y las cinco de la madrugada. Los agentes encargados del caso han hallado en ellos libros de contabilidad en los que se detallan los ingresos millonarios obtenidos con las copas de alterne y los servicios -sexuales, naturalmente- prestados por las trabajadoras.

El hotel de Santa Marta de los Barros (Badajoz) ya había tenido problemas con la justicia hace seis meses, cuando fueron detenidas varias extranjeras y algunos de sus gerentes. Según Efe, Juan Cuéllar, jefe de la Policía Local del pueblo pacense de Guareña, tenía relaciones con una chica del Tabarín, de Don Benito, y se encargaba de proteger el local.