Bassets cree que el PP intenta una contrarreforma en la comunicación

Las relaciones entre los medios de comunicación y el poder político han sufrido un cambio "profundamente negativo" con la llegada del PP al Gobierno. La intervención del poder público en la configuración del mapa de la comunicación "no tiene precedentes" en la historia de nuestra democracia y ello, paradójicamente, en el momento de máxima liberalización internacional. Son palabras de la conferencia Informe del Estado de la Comunicación del director adjunto de EL PAÍS Lluís Bassets, pronunciada ayer en Girona, en la reunión de la Societat Catalana de la Comunicació.Para Bassets, el Gobierno se ha propuesto realizar una "auténtica restauración" o "contrarreforma" en el ámbito comunicativo español. La operación consiste en desarticular las hegemonías profesionales y comerciales creadas durante los 20 años de democracia y sustituirlas por un conglomerado auspiciado por el Gobierno. Así, Bassets resalta que Vía Digital, promovida por el Gobierno y que se presenta como,"plural y abierta", contiene desde el punto de vista ideológico de las empresas que la integran "todos los componentes de la hegemonía predemocrática: monarquismo franquista, falangismo -en su versión genuina- y clericalismo".