Incompetencia

¡Señor, cuánta incompetencia, cuánto menosprecio a los ciudadanos! Para no hablar (como deberíamos) de los incapacitados. ¿Cómo olvidar hasta ese punto las necesidades de todos los usuarios? El nuevo mercado de Ventas, por ejemplo, carece hasta de una elemental rampa para los carritos de la compra. Y Correos, desde el bastante reciente edificio de Chamartín hasta el pomposo Palacio de Comunicaciones (que, desde su misma puerta, no para de dar vueltas en cómo gastar millones en lujos que repercuten directamente en las tarifas,que aumentan vertiginosamente), carece de rampas o ascensores para algunos servicios en que los usuarios deben acarrear pesados envíos.El colmo es la nueva estación de Atocha, donde millones de usuarios debemos perder más tiempo y esfuerzo en llegar para que unos desaprensivos disfruten de unas comisiones por cambios tan costosos como perjudiciales para el público. ¿Habrán trabajado alguna vez como los demás los responsables de esos desaguisados?.-