Narcís Serra emplaza a Úrculo a aplicar las sanciones a los fiscales o a marcharse

El ex vicepresidente del Gobierno Narcís Serra emplazó ayer al fiscal del Estado, Juan Ortiz Úrculo, a "aplicar las sanciones impuestas a los fiscales de la Audiencia Nacional o a abandonar el cargo". Su compañero de filas, el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, calificó la rebelión de los cuatro expedientados de "lamentable e insensata", mientras la Unión Progresista de Fiscales lamentaba la reacción de apoyo a Márquez de Prado, sancionada con el traslado forzoso. "No nos parece que sea salida ni solución de la crisis".

Los fiscales Ignacio Gordillo, Eduardo Fungairiño y Pedro Rubira, los otros tres sancionados, han amenazado con dejar la Audiencia Nacional si se confirma la sanción de su compañera María Dolores Márquez de Prado. Serra recomendó ayer a Ortiz Úrculo que solucione el problema de "estos fiscales que se le están rebelando. De lo contrario", añadió, "debería seguir el mismo camino que el fiscal Aranda", que fue obligado a abandonar la Audiencia Nacional ante la imposibilidad de controlar a este grupo de fiscales. El que fuera vicepresidente del Gobierno socialista añadió que, a su entender, "lo sensato sería que el fiscal del Estado reconsidere su postura, rectifique, aplique las sanciones que le sugirió el Consejo Fiscal -traslado forzoso también para Gordillo- y establezca el orden jerárquico en la fiscalía".Eligio Hernández, fiscal general con el anterior Gobierno socialista, fue más allá. Úrculo, dijo, "está recogiendo lo que ha sembrado. Alentó las actitudes de los fiscales cuando era presidente de la Asociación de Fiscales, y si no las alentó, no hizo nada para oponerse a ellas".

También el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, entró a criticar la rebelión de los fiscales sancionados. Para Bono, se trata de una polémica Iamentable e insensata por el desasosiego y la desconfianza que genera en los ciudadanos".

El portavoz de la Unión Progresista de Fiscales, Carlos Castresana, lamentó el movimiento de apoyo a Márquez de Prado. En su opinión, estas actitudes, a las que se han sumado firmas de funcionarios de la Audiencia, no favorecen la institución fiscal y dificultan la selección del nuevo fiscal jefe. "Fiscales de gran categoría que en otras circunstancias estarían dispuestos, se retraen porque no es plato de gusto para nadie dirigir una fiscalía en esta situación". Según Castresana, Ia crisis no está cerrada. Está más abierta que nunca, y quisiéramos llamar al sosiego de todos".