Israelíes y palestinos se comprometen a poner fin a la violencia y negociar el caso de Hebrón

La reunión de Erez, en la frontera de Gaza, entre una delegación israelí, presidida por el ex general Dan Shomron, y otra palestina, encabezada por Saeb Erckat, ministro de Asuntos Locales de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), concluyó anoche, tras tres horas, en un acuerdo: la creación de una comision destinada a estudiar la retirada del Ejército israelí de Hebrón. Paralelamente, ambas delegaciones se comprometieron a "poner fin a la violencia y a sus causas". Dore Gold, uno de los negociadores israelíes, dijo que "las partes habían reiterado su compromiso con los acuerdos de Oslo y con su aplicación". Erekat, a la salida de la negociación, afirmó: "Tenemos una difícil tarea ante nosotros, pero estamos dispuestos a realizar cualquier esfuerzo para aclarar la aplicación sobre el terreno de los acuerdos" de paz.

El secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher, enviado a la zona por el presidente Bill Clinton, no participó en la reunión, pero sí mantuvo entrevistas destacadas. En una de ellas, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, le aseguró que Israel llevará adelante los acuerdos firmados con la OLP.Christopher, que dijo que la situación en Oriente Próximo aún es peligrosa, expresó su esperanza de que el presidente palestino, Yasir Arafat, le ayude a llevar a buen puerto el proceso de paz. "La reciente violencia nos demuestra la urgencia de alcanzar acuerdos concretos lo antes posible", dijo el jefe de la diplomacia estadounidense. El enviado especial de EE UU, Dennis Ross, sí tomó parte en el encuentro de Erez, en calidad de mediador. El ministro irlandés de Exteriores, Dick Spring, presidente de turno del Consejo de Ministros de la UE, también se halla en Israel. Hoy viajará a Egipto para entrevistarse con el presidente egipcio, Hosni Mubarak, y con el propio Arafat. El ministro israelí de Exteriores, David Levy, dio la bienvenida a la inciativa mediadora de la UE, que espera, dijo, sea imparcial.

La reactivación de las negociaciones tras la crisis del túnel de la discordia, que hace 10 días causó 68 muertos (53 palestinos y 15 israelíes), es consecuencia directa de la cumbre celebrada en Washington la semana pasada. En ella, Netanyahu se negó al cierre del polémico túnel y a aceptar una retirada israelí de Hebrón.

Además de la creación de una comisión especial, específica sobre la retirada de Hebrón y las garantías de seguridad que exige Israel, el ex general Shomrón y el ministro palestino Erekat acordaron reactivar otras comisiones sobre seguridad en general, economía, depliegue israelí en las zonas rurales y otra de asuntos civiles.

No obstante, mientras comenzaba el encuentro de Erez, el primer ministro israelí tuvo una intervención desafortunada en la rueda de prensa posterior a reunirse con Christopher. En ella, se negó a dar una idea, y mucho menos una fecha para el repliegue de tropas israelíes de la ciudad cisjordana de Hebrón, que lleva ya seis meses de retraso. Netanyahu es un veterano de la improvisación, a menudo incluso ingenioso. Pero ayer le abandonó el talento. "No doy una fecha. Pongo una conclusión. La satisfactoria conclusión de la negociación, para ambos lados, será la fecha en la que podrán darle el significado de una conclusión". O sea, no hay intención israelí de dar plazos.

Netanyahu pidió "buena fe" a los palestinos y trató de aplacar sus temores afirmando que Israel no pretende reescribir los acuerdos de Oslo. "Sugerimos que, dentro del ámbito del acuerdo existente, se hagan algunos ajustes". Dicho de otra manera: que Israel mantenga una guarnición militar dentro de Hebrón para proteger a los 450 integristas judíos armados y atrincherados entre más de 100.000 palestinos.