El córner
También la de 1973-1974 fue una gran temporada. Occidente temblaba con la crisis del petróleo, pero en el comer se vivía a manos llenas, sin enterarse demasiado de la jugada. También íbamos a tener la mejor Liga de Europa, sin duda ninguna. Era la primera Liga de los extranjeros, dos por club. El Madrid había fichado a Günter Netzer, y el Barca había fichado a Johan Cruyff. Pronto se sabría quién era quién. Mientras tanto, el Consejo de Ministros estaba en lo que le corresponde por derecho: debatiendo el subsidio de paro o el derecho al despido, mientras afuera llueve.La atracción hipnótica del fútbol tiene bastante que ver con la repetición de unos cuantos movimientos. El fútbol es un orden ajeno y a salvo. Hace muchos años que lo que sucede en el campo es prácticamente lo mismo. Jugadores, entrenadores, narradores, todos los que de un modo u otro viven del fútbol tratan de hacer creer lo contrario. Se trata de una ilusión muy explicable: defienden su pan y su lugar en el mundo. Hace años, años infinitos, que un hombre le pregunta a otro: ¿justo el resultado?, y que el otro hombre contesta con una seriedad implacable, evaluando las consecuencias: bueno, yo creo que sí. El fútbol es un amarre barato en el pasado, una leche que mamé. Desprende un aburrimiento atroz, y el griterío que lo acompaña es ensordecedor, descerebrado. Se trata de las condiciones del éxito.
Va a ser una gran temporada. Maastricht aprieta, pero desde el córner Maastricht no es nada más que el pase de la muerte. Vamos a tener la mejor Liga de Europa. La primera Liga sin fronteras y nosotros arriba del todo: qué tíos. Mijatovic, Ronaldo... Pronto se sabrá quién es quién. El Gobierno, reunido en Consejo de Ministros, pide a Dios su bendición y ganar el cielo. Luego dispone que don José Barea salga por la tele en los intermedios.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Sin dinero negro, pero con prácticas llamativas: qué revela la auditoría externa sobre la caja del PSOE
La auditoría de los pagos del PSOE descarta la financiación irregular, pero cuestiona gastos reembolsados a Ábalos
Consumo ordena a siete multinacionales retirar anuncios de pisos turísticos en asentamientos israelíes en territorio palestino ocupado
De Montoya a Juan del Val: el año en que la televisión volvió a colarse en las conversaciones
Lo más visto
- La Audiencia Nacional avala la decisión de Robles de retirar el nombre de Franco a una bandera de la Legión
- Trump anuncia la destrucción de una instalación de producción de drogas en Venezuela
- Rusia amenaza con romper las negociaciones tras acusar a Ucrania de atacar una residencia de Putin
- Alain Aspect, Nobel de Física: “Einstein era tan inteligente que habría tenido que reconocer el entrelazamiento cuántico”
- Recuperado el cadáver de la niña de la familia española desaparecida tras un naufragio en Indonesia




























































