La joven filipina Sara Balabagan, puesta en libertad tras dos años de prisión
Sara Balabagan, la joven empleada doméstica filipina, condenada el 30 de octubre de 1995, en los Emiratos Arabes por el asesinato de su patrón, de 85 años, al que acusaba de haberla violado, fue puesta ayer en libertad, antes de cumplir la totalidad de la pena, "por buena conducta". Balabagan ha cumplido en total dos años de prisión, puesto que en el momento de la condena llevaba 15 meses en prisión preventiva.Su condena a muerte, en primera sentencia, le fue conmutada por otra de un año de prisión, gracias a las presiones internacionales y peticiones de clemencia llegadas de todos los rincones del mundo.
La joven pagó también su delito con 100 azotes en público y una indemnización "de sangre" a la familia de su empleador de 41.000 dólares (algo más de seis millones de pesetas). Finalmente, un empresario filipino donó esta cantidad a la familia Balabagan, de extracción humilde, para que pudiera hacer frente a la sentencia.
La joven filipina, que ha cumplido los 17 años, voló ayer de vuelta a su país, según confirmaron fuentes diplomáticas de Filipinas en la capital de los Emiratos Árabes. Las mismas fuentes aseguraron que su puesta en libertad responde a una decisión personal del propio presidente de los Emiratos Árabes, el jeque Zayed bin Sultán al Nahayan, quien en su día también intercedió ante la familia de la víctima para lograr conmutar la pena capital de Balabagan a cambio de dinero.
"Este amable y compasivo gesto por parte de su alteza subraya las relaciones amistosas entre los Emiratos Árabes Unidos y Filipinas", declaró el embajador filipino.
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