'Padronadas'

Como afectado me dirijo a los medios para contar lo acaecido en la urbanización Parque Guadarrama de Móstoles (a cuatro kilómetros del casco urbano) entre el 13 y el 14 de junio.Cuando nos aproximamos a los plazos establecidos en el municipio para cumplir con la oblígación de empadronarnos, en vista de que los agentes censales no acaban de venir por nuestros domicilios, llamamos al Ayuntamiento para pedir explicaciones.

La respuesta no se hizo esperar: el día 13 de junio se personó en la urbanización un equipo de agentes de la autoridad municipal unido a otro de censales y -esto es lo curioso- aquí, por lo visto, traían modos y maneras de actuación diferentes a los empleados en el resto de los pueblos y ciudades de España.

A golpe de megáfono de vehículo policial se "nos hace saber" que el que quiera empadronarse que se pase por el bar.

En este lugar, y sin saber a ciencia cierta ni tan siquiera a quién estaban empadronando y si sus datos eran coincidentes con la realidad, se fueron tomando los impresos de declaración a los pocos que tuvieron la "suerte" de escuchar tan fugaz y original pregón policial, puesto que hemos de tener en cuenta que las 339 viviendas que componen la colonia son unifamiliares, con parcela, y estando dentro de la misma es muy difícil escuchar nada que no se dirija muy especialmente y de manera insistente hacia nuestro domicilio.

Si a todo lo relatado unimos la circunstancia de que un porcentaje elevado de residentes son personas ancianas e impedidas para poder andar grandes distancias, se pone de manifiesto que la medida no sólo es atípica y anómala, sino también discriminatoria, al no considerarnos el Ayuntamiento de Móstoles iguales al resto de los pobladores del municipio, a los que, como dice la propaganda, se les ha llevado al propio domicilio el padrón y se les ha dado el correspondiente plazo para ir a recogérselo.

El resultado de esta faena es que hemos quedado sin la posibilidad de empadronamiento por el procedimiento normal la mayoría de la población de residentes, y ahora hemos de andar de cabeza para poder cumplir esta esencial obligación.

Ante tamaña injusticia nos preguntamos: ¿qué hemos hecho los habitantes de la urbanización Parque Guadarrama para merecer esto?-